En París, Roma, Copenhague, Barcelona, ahora Londres, se han propuesto aumentar el tráfico de bicicletas en sus ciudades respectivas mediante el sistema de alquiler de aquellas en puntos repartidos por puntos elegidos por estas ciudades, puntos donde es más probable su uso.
Las razones para ello pueden ser varias, unos las utilizan como medio de acceder a su trabajo o estudios, otros por motivos turísticos o lúdicos, simple paseo o incluso para realizar pequeñas compras, motivos como pueden ser los de los automovilistas que circulan por nuestras calles, sustituyendo en lo posible el tráfico de vehículos a motor.
Los poderes públicos deben considerar las razones que abogan a favor de los ciclistas y que han hecho que el 30 % del tráfico en ciudades como Norwich,o el 40% en ciudades de Holanda, esté formado por ciclistas. Todo ello en combinación con medidas de peatonalizar en lo posible la ciudad.
Estos pudieran ser:
- Disminución de la velocidad media del tráfico, apaciguándolo, aquietando los excesos de velocidad , regularizándolo
- En caso de dificultad de aparcamiento se consigue un menor tiempo de desplazamiento entre puntos de salida y llegada.
- Aumento del ejercicio físico por parte de los ciclistas colaborando en la mejora de su salud
- Economía en los desplazamientos, de tal manera que salvo la amortización de la bici y pequeñas averías y repuestos no tiene coste alguno
- No incide en la ocupación de espacio urbano o los hace de modo muy reducido.
Los vehículos a motor por el contrario:
- Aumentan la velocidad media del tráfico, son de difícil control en el respeto de aquella y de las señales del tráfico.
- Normalmente los recorridos de su desplazamiento son mayores por la dificultad en aparcar por lo que el tiempo medio de desplazamiento es mayor que el empleado por los ciclistas y en muchos caso por los peatones.
- Los Vehículos amotor expulsan gases de combustión que dañan a la salud de los vecinos y viandantes por la contaminación sonora, y la que producen los gases que emiten, causan daño a las personas que pueden llegar a la muerte por atropellos o choques. Se debe considerar su enorme incidencia en el cambio climático.
- Cada kilómetro recorrido en ciudad se hace con lentitud, en marchas cortas con un mayor coste si cabe y una mayor contaminación consiguiente.
- Ocupan un espacio creciente de las calles e incluso de las aceras sino encuentran espacio cerca al punto de destino.
Por todo ello creo que deben los ayuntamientos, procurar dar el máximo de facilidades para que el tráfico de vehículos a motor sea sustituido en un 50% por tráfico ciclista o peatonal, conformando espacios de recorrido exclusivo para éstos, dando preferencia al tráfico de ciclistas y peatones, con carriles exclusivos para aquellos, no sólo en las nuevas urbanizaciones sino en el centro de la ciudad, aumentando la posibilidad de desplazamientos en medios de transporte público en autobuses eléctricos o de hidrógeno y haciendo que el impuesto de automóviles sea proporcional a la contaminación que produce.
Paquito