Cuanto más cerca esté la fuente de aprovisionamiento, sobre todo en productos frescos, evitaremos el despilfarro del transporte y obtendremos productos de más calidad al evitar el deterioro que el tiempo necesario para aquel, los cambios de temperatura, la evolución de productos vivos que respiran, transpiran y sufren el ataque de todo tipo de gérmenes .
Todo ello parece fácil, pero la realidad nos demuestra que no lo es , se necesita aunar voluntades tanto del proveedor, como del transportista y del consumidor final. He reunido unas cuantas páginas webs y algunas publicaciones que pueden ser de utilidad, las hay en español y en francés, éstas últimas bastante directas en su aplicación y casos prácticos que se exponen.