Bajo este título se reúnen una serie de posibilidades de ahorrar agua y aprovechar las materias minerales que se encuentran en las heces y orina.
En definitiva aprovechar la excreta humana, reciclándola y convirtiéndola en una fuente de abonos y evitando la costosa depuración que supone los métodos modernos. Con una utilización nula de energía obtendremos un valioso recurso.
Tratándolo con los medios adecuados para evitar transmisión de todo tipo de enfermedades conseguiremos una aplicación segura y exenta de malas olores.
Seadjunta una serie de links de sus ventajas e inconvenientes así como de los distintos métodos de construcción vigentes